Política de la Definición

Fórmula electorera

De un poeta desalmado

Demasiado silencio corrompe la quietud

Extrema compañía fatiga el cuerpo

Remover las cenizas es también una forma

De encender el fuego

Yo que vi la luz en tus ojos

Y era la oscuridad que enceguecía

Soñé en tu abrazo esplendores

Lo que sólo era alevosía

Miré de frente cada cosa,

El aguamanil, la celosía

Los muebles, el mimbre, el azafate y los espejos.

*

Inútil todo no saber que servía

Que tú volabas que yo me entristecía

Que morimos mil veces

Cada vez que el amor fracasa

Que cada decepción duele

Todas las guerras perdidas

Las traiciones de los dioses y los sobresaltos

Por eso morimos con un ojo en la sien

Con licor en vez de sangre

Con silencio en vez de poesía

Y aquí anclo en lo subterráneo de un final

Llorando la alegría que ya no tengo

Sumido en tristezas clandestinas

Leyendo los mismos eternos libros de siempre

Haciendo inventario de la misma historia

Urdiendo afecto contra toda nueva doledumbre

Pero hubo que perderlo todo

Tantas cosas y tanta gente

Y casi la vida entera

En eso se invirtieron intensos años

Incluso esperar con desespero

Para después con simpleza y azar

Irnos del beso

Como quien se va a un bar de ausencia

A toda alarma

Tuvimos que refinanciar el porvenir

Desechar los sueños que al no morir por ellos

No eran de verdad

Definir para otro cielo más confiables ilusiones

Abandonar a mansalva lo más cálido

La casa y la fe

*

Yo que tuve que trastocarlo todo

Hasta lo que en otro amor

Y otro tiempo fue esperanza

Caminar sin fin y sin aliento

Como una salvación

Enfermarse hasta el fondo

Dejarse caer como una llave

Enterrarse en el cuerpo

Despedirse para nunca

Olvidarse para siempre

Quedar solo como nada y como nadie

Sin aire hasta el cansancio

Sin conciencia hasta el delirio

Profundo en desarraigo

Sin sostén sobre la tierra

Como yéndose

Como luna que habito

Para que llegaras tú

Para que te amara yo.

Carlos Angulo.